miércoles, 30 de julio de 2008

porque no sé vivir sin patatas...

¡Qué rica está la patata
asada, frita o cocida...!
¡qué suculento alimento,
qué deliciosa comida...!


Si la preparas asada,
con piel, sin piel, ¡qué más da!
la comes acompañada
con mantequilla y con sal
o con un chorro de aceite
o con una vinagreta
o con una salsa brava
o con salsa mayonesa...


Si la fríes, la acompañas
con unos buenos pimientos
y con unos huevos fritos
y es un manjar suculento.
Si estará rica que yo
en el día de mi santo
pido unas patatas fritas
y unos duelos y quebrantos.


Y si la cueces, verás
como se pone blandita
y puedes hacer puré
con leche y con mantequita.


Hoy ya no doy más la lata,
pero vuelvo a repetir:
¡Qué rica está la patata...!