hace poco, poquísimo que empecé a entrenar; jugar, lo que se dice "jugar" en su más amplio sentido llevo mucho tiempo haciéndolo.
aunque sea algo serio, con una cierta responsabilidad y con unos objetivos marcados, creo que no se debe perder el sentido del juego y tratar de disfrutar.
el último día fue MIERDA; a mí me han enseñado a jugar en equipo y a aprender del resto. bien es cierto que un farol rojo no puede iluminar a las estrellas brillantes, pero una estrella empieza a titilar cuando sabe que luce más que un mísero farol y acaba por parpadear cuando se burla de él.
me gustan las estrellas y las admiro, quisiera poder alcanzar a la gran mayoría de ellas.
lástima que a veces existan algunas, que con la luz de la mañana desaparecen de nuestra vista y al llegar la noche se convierten en fugaces parpadeos.
1 comentario:
Así es amiga, la paradoja de las estrellas es grande, pero aunque esas estrellas fugaces brillen o parpadeen más que tú, ninguna de ellas tiene esas ganas de girar y de no resignarse al apagarse que tienes tú. Hace mucho que no te veo y tu estrella en mi mundo nunca se apagó.
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