lunes, 28 de marzo de 2011

simpleza


a veces me gustaría ser hombre por el simple hecho de ser simple

jueves, 10 de marzo de 2011

precioso




Lo vi venir, lagarto lagarto
cuando el doctor me recibio aquel dia
se me cayo el cielo en lo alto
porque me dijo q es lo que tnia.
Tire pa'lante con mi orgullo de mi mujer
y en mi cabeza un pañuelo llevo yo
no me queda tan mal
con el me veo genial y ni una lagrima lo va a mojar.
Cuando la muerte a mi me venga a visitar
le voy a poner un cafe
la sentaré en el sofa
pa' q me coja riendome de ella cnd me vaya a llevar.
Porque he aprendido a vivir....vivir vivir vivir.....
ahora si se disfrutar
cada segundo q vivo lo valoro mucho mas,
porque he aprendido a vivir.....vivir vivir vivir....
me queda una eternidad,
porque se me hacen eternos to los besos que me das,
porque he aprendido a vivir
no gastes mucho dinero cuando me vaya a enterrar.
Solo te pido mi amor no vayas a organizar un besamano por favor,
y no me quites las ganas de luchar ni de reir
porque yo soy gaditana y gaditana voy a morir.
Solo te pido mi amor, vamos a partir la cama de tanto hacer el amor,
y apuremos lo que queda del resto de nuestros dias,
que aunque con ella me lleve la muerte
yo sigo enamorada de la vida....

miércoles, 2 de marzo de 2011

estaciones



qué peligroso es acercarse al interior, sobre todo si tu receptor no está "receptivo" a captar las profundidades de un alma que luce intermitente y clama un poco de comprensión y empatía.

a veces, sólo a veces, una larga distancia hace corta la conexión entre dos puntos, y otras, en cambio, cuando la cercanía de los puntos tiende a nula, los polos no logran encontrarse.

la -paradójica- fina y gruesa línea que separa y une ambos estados es similar al hilo de una cometa que se quiere controlar un día de cierzo en su máximo esplendor.

no importa, al final el hilo termina rompiéndose, y esa alma lejana, allá en el abismo, que clamaba un poco de atención, deja su incansable e interminente parpadeo para culminar en la oscura profundidad de su interior de la que nunca debió asomar.